Internet ha multiplicado por infinito los datos inventados que se toman como ciertos tras popularizarse.

Con este post queremos desmontar 14 grandes mitos sobre los perros y gatos que estamos seguros de que has escuchado en más de una ocasión. ¡Te va a gustar!

  1. Los perros se curan lamiendo sus heridas

Ojalá fuese así y pudiésemos ahorrarnos el mal trago que pasan muchos de los animales con los que compartimos nuestra vida al ir al veterinario, pero por desgracia es falso. Si ves a tu perro lamerse una herida, lo que está haciendo es limpiar la suciedad de la zona. Ojo cuando lo haga en exceso, porque podría estar dificultando la cicatrización o producirse una dermatitis acral por lamido constante. Por eso mismo se suele hacer uso de collares isabelinos tras intervenciones médicas.

  1. Un año de perro equivale a siete años humanos

¡Este seguro que lo has oído mil veces! Y tampoco es cierto. Aunque los perros envejecen más rápido que las personas, no podemos comparar su edad con la nuestra sin tener en cuenta su tamaño, peso y hasta la raza. Lo que sí es cierto es que hablamos de un perro adulto una vez superados los dos años y de uno anciano cuando pasa de los nueve. En líneas generales, los perros pequeños suelen vivir más años que los grandes, pero calcular una equivalencia respecto a los humanos no tiene sentido.

  1. Los perros ven en blanco y negro

¡Pues va a ser que tampoco! Los perros distinguen colores tan diferentes como el azul y el amarillo, aunque no pueden hacerlo entre los que son tan similares como el rojo y el naranja, que suelen percibir como una variación del gris o el amarillo. Si bien es cierto que su gama cromática es más reducida, también lo es que su visión crepuscular es excelente, que captan el movimiento mucho mejor que los humanos y que su campo de visión puede llegar hasta los 250 grados, mientras que la nuestra se limita a los 180.

  1. Mueven la cola porque están contentos

En realidad, no es siempre así. Aunque junto a las orejas la cola es la parte con la que los perros más expresan sus emociones, también pueden agitarla en situaciones que les produzcan ansiedad o miedo y hasta para desprender su aroma con fines reproductivos.

 

  1. Si un perro tiene la nariz seca está enfermo

Un perro con la nariz seca puede estar perfectamente sano. Si dudas sobre el estado de salud de tu perro, lo mejor es que acudas a realizarle una revisión a su veterinario, pero guiarte por creencias falsas como esta no te ayudará. Tu perro puede tener la nariz seca tras una larga siesta o debido al calor sin que eso implique una señal de alarma.

  1. Los perros no sudan

Lo hacen, pero de distinta forma que nosotros. Aunque no tienen glándulas sudoríparas en su epidermis, sí que las acumulan en las almohadillas de sus patas, de ahí que a menudo notes que tienen un extraño olor en ellas y que dejen huellas húmedas en días de verano o tras un esfuerzo importante. Por la lengua también expulsan calor, evaporando agua y refrigerando así su organismo.

  1. La boca de los perros es mucho más limpia que la nuestra

En realidad, su boca puede tener el mismo número e incluso más bacterias que la de las personas, ya que además de comer, tu perro lame y muerde objetos constantemente. De ahí que muchas personas laven sus dientes de forma esporádica para evitar el mal aliento.

  1. Hay perros peligrosos por naturaleza

A pesar de etiquetas como la de PPP, la realidad es que ningún perro nace siendo peligroso. ¿Cuántas veces has visto a perros diminutos con un carácter diabólico? Aunque un pitbull y un dóberman tengan más fuerza y musculatura, el comportamiento de estos perros es responsabilidad de la educación que reciben por parte de las personas con las que conviven.

  1. Los perros pueden comer lo mismo que los humanos

Muchos productos que tenemos en casa pueden ser peligrosos para ellos, por lo que estamos ante otro mito. El chocolate puede llegar a provocar la muerte a un perro debido a la cafeína y la teobromina, las uvas y pasas pueden provocarle lesiones regales, mientras que la cebolla y el ajo pueden dañar sus células rojas.

  1. Los perros de raza con pedigree son más sanos

¡Negativo! Cualquier perro puede tener un problema de salud. De hecho, los perros de raza suelen padecer enfermedades hereditarias propias, mientras que los mestizos tienen en su organismo diferentes formas de responder ante la enfermedad.

Hay algunos mitos esotéricos sobre los gatos que no entraremos a valorar porque se desmontan a sí mismos (los gatos tienen 7 vidas, absorben la energía negativa, los gatos negros atraen a la mala suerte, etc.). Sin embargo, tal como sucede con los perros, hay otros mitos no tan estrafalarios pero igualmente falsos que han calado profundamente en las creencias de la sociedad. Mencionaremos algunos de ellos que quizá nos hagan replantearnos lo fácil que es que un mito que no va acompañado de ninguna prueba real se asiente en la mente colectiva como algo válido.

SOBRE GATOS

  1. Sabemos que los gatos tienen una gran habilidad para caer sobre sus patas cuando sufren una caída, algo que tendemos a asociar con que no sufren daños corporales con las caídas. Pues bien… No es cierto. Cuando la caída es grande sí pueden sufrir daños, pues no es lo mismo caer de 3 metros que de 10. De hecho, son relativamente habituales los casos de gatos que no se atreven a bajar del árbol al que se han subido ¿no es así? No obstante, si no pudieran sufrir daños ¿por qué habrían de temer a la caída?

  1. Otro mito muy arraigado (casi tanto como el de que los huesos forman parte de la dieta de los perros) es que debe resultarnos normal que los gatos vomiten bolas de pelo. Más bien al contrario, cuando esto sucede deberíamos ir al veterinario para asegurarnos de que el pelo no le está provocando problemas intestinales y, por supuesto, para enterarnos de cuáles son los problemas alimenticios que le están provocando esta situación.

  1. Ya que hablamos de la alimentación, debemos puntualizar que los gatos no comen ratones (a no ser que se trate de gatos salvajes, que no es el caso de nuestras mascotas). Por otro lado, aunque pueden tomar leche y beneficiarse de su grasa, lo cierto es que no les gusta especialmente y la lactosa les resulta indigesta. Toman leche por costumbre porque, por norma general, desde que eran cachorros sus dueños no han dejado nunca de dársela, y porque el momento en que un humano le sirve leche a un gato es como un ritual mediante el que el gato recibe toda la atención, lo que le encanta.

  1. Otro gran mito es que el gato es siempre un animal salvaje no adiestrable…. Si esto fuera verdad tendríamos un asesino potencial en miniatura en nuestras casas, ¡claro que se puede adiestrar! Lo que sucede es que los gatos, aunque necesitan de la presencia de sus dueños, tienen un carácter mucho menos social que el de los perros y, por lo tanto, debemos aprovechar los momentos en los que quieren estar cerca de nosotros para adiestrarlos. Ahora bien, incluso tras años de vida doméstica y adiestramiento, los gatos siguen necesitando de largos ratos de soledad. Es precisamente esa conducta individualista lo que nos ha llevado a pensar que el gato es traicionero o infiel; pero, en realidad, lo que habitualmente desea es mantener su parcela de individualidad. Solo si comparamos la conducta del gato, con la conducta absolutamente social del perro, consideraremos que la de aquel es antisocial o desleal…

Muchas veces los mitos son simplemente eso, mitos. Pero, cuidado, no debemos ser tampoco especialmente escépticos porque cuando el río suena…