En plena temporada de fotografías y reels veraniegos, las mascotas también se convierten en los protagonistas de nuestros álbumes y postales como el miembro más de la familia que son, pero conseguir con ellos “la foto” no siempre es fácil, aunque con unos tips muy sencillos tampoco es imposible.   

Seguro que no puedes evitar inmortalizar las mejores hazañas o carantoñas de tu gato o perro, o incluso has ido más allá y le has creado su propia red social con imágenes que roban el corazón de familiares, amigos y demás seguidores (consiguiendo hasta más seguidores que en tu perfil personal). Si es así, sabrás a ciencia cierta que fotografiar a una mascota no es tarea fácil y aunque sean los más guapos de la casa y siempre salgan bien, por norma general, posar no está entre sus actividades favoritas.
Para conseguir una imagen bonita y creativa se deben tener en cuenta varias cuestiones y en este post te las detallamos.

 

El equipo fotográfico

Aunque las cámaras fotográficas suelen ofrecer unos resultados más profesionales y prestan más posibilidades de velocidad, enfoque (y desenfoque) o calidad, hoy en día, los móviles recogen múltiples opciones que nos ayudan a captar los movimientos de las mascotas de un modo más sencillo y accesible.

Para ello siempre nos ayudará sacar el máximo partido a todas las herramientas que nos prestan nuestros dispositivos y que en muchas ocasiones desconocemos. Entre ellas, es de gran utilidad el detector de caras (concebido para las personas) que también funciona a la perfección con los animales y nos ayuda en gran medida a acertar el enfoque.

Resulta también muy práctico seleccionar el modo de enfoque para que sea automático y por lo tanto veloz y preciso. De este modo, tendremos más opciones de captar las poses más divertidas y especialmente cuando queremos capturarlos en plena acción.

 

Ambiente relajado y amable 

Seguro que el permanecer quieto delante de una cámara no es precisamente la actividad favorita de tu mascota, por lo que si te has propuesto fotografiarlo deberás armarte de altas dosis de paciencia y, ante todo, respetar su espacio y necesidades en todo momento.

Es imprescindible que no fuerces las situaciones y seas capaz de evaluar si realmente es el momento oportuno para fotografiar y la mascota se siente cómoda. Si el animal se muestra relajado y feliz todo se verá reflejado en la naturalidad de las imágenes. Pero si por el contrario comienza a bostezar, se relame o muestra una salivación excesiva serán síntomas de que no se encuentra bien y no es el momento oportuno para disparar.

 

Cultivar la paciencia 

Si tenemos previsto hacer fotografías de manera premeditada o en una sesión, debemos anticiparnos y dar por sentado que nuestra mascota se cansará pronto e incluso llegará a inquietarse. Para que esto no ocurra es mejor tenerlo todo preparado previamente: el equipo, la localización, la luz y tener en cuenta que debemos crear un espacio cómodo en el que nuestra mascota se sienta libre y segura.

Lo ideal es dejarle a sus anchas en el espacio que queremos fotografiarle para que coja confianza y, mejor aún, jugar con ellos haciendo de la sesión un momento divertido que además regalará expresivas miradas de complicidad y posturas de lo más graciosas. Si lo hacemos además después de que nuestra mascota haya realizado alguna actividad o haya dado un paseo, seguro que se muestra más tranquila y relajada y la sesión se hace más llevadera.

En cuanto le dejemos a sus anchas, la fórmula para captar el mejor momento es estar preparado, anticiparse y esperar a que nuestra mascota nos regale su mejor pose y disparar.

Acción y movimiento 

Las fotos de acción son muy divertidas y dinámicas pero una mascota que se mueve con rapidez puede hacer que la imagen capturada se vea borrosa.  Lograr un enfoque preciso es más complicado en estos casos y mantener una distancia adecuada no siempre es posible. Los movimientos requieren de mucha anticipación, pruebas y, nuevamente, altas dosis de paciencia.

Para ello, lo mejor es activar el modo de autoenfoque continuo para hacer un seguimiento del animal en movimiento y seleccionar la mejor ubicación para tener un fondo que nos permita el mejor contraste, lo cual ayudará también al enfoque. También podemos disparar en ráfaga para conseguir múltiples imágenes de un mismo momento asegurándonos de que tomamos la mejor toma en una carrera o cuando nuestro animal está en movimiento.

Una buena luz

Si nuestras mascotas están acostumbradas a las luces podemos utilizarlas a la hora de fotografiarlas, aunque no suele ser algo habitual, por lo que siempre se recomienda no utilizar el flash. Esta herramienta puede llegar a irritar e incluso asustar a los animales, sobre todo si se excitan con facilidad, además de que les puede dañar la vista.

La luz natural es la más recomendada ya que constituye para el animal una parte de su entorno y, además, es la más favorecedora ya que la imagen siempre resulta más tierna y natural. En este sentido, conviene elegir la mejor hora y el lugar donde no se creen grandes contrastes, evitando las horas centrales del día en las que el sol genera sombras muy marcadas. Sin embargo, los días nublados, el amanecer y el atardecer pueden regalar una iluminación muy favorecedora.

Desde su punto de vista

Igual que se hace con los niños, cuando queremos fotografiara a nuestra mascota es conveniente ponernos a su altura y actuar desde su punto de vista. Para lograr este encuadre seguramente tendremos que gatear o tirarnos por el suelo, aunque el resultado seguro que hace que merezca la pena.

La mirada, espejo de su personalidad

Desde esta perspectiva, además podremos captar a la perfección la mirada de nuestra mascota, algo imprescindible para que la fotografía transmita emoción y además capte su auténtica personalidad. Para reflejar bien esa mirada es aconsejable hacer el retrato ligeramente debajo de la altura del animal con un enfoque preciso en los ojos. Este punto de vista le dotará de grandeza y dignidad, ya que el encuadre es capaz de mostrar mucha fuerza.

La expresividad de las orejas

Es bueno prestar atención a cómo nuestra mascota coloca sus orejas e incluso llegar a estimularle a través de ruidos, música o voz para despertar su interés logrando una expresión alegre, viva y atenta. Los ruidos inesperados llamarán su atención, aunque también se puede conseguir a través del uso de las golosinas o pequeños premios. Si cuentas con un ayudante que te eche una mano con estas cuestiones seguro que el trabajo es más fácil.

Mimar los detalles de la escena

Como en todas las fotografías, el fondo juega un papel muy importante. Para que nuestra mascota sea la protagonista indiscutible de la imagen nos ayudará contar con un fondo neutro, que además genere el suficiente contraste con el color del pelaje y resalte sus rasgos. Cuanto más limpio y sencillo sea este espacio, mejor, ya que evitará posibles distracciones.

Lo más importante, como en todas las modalidades fotográficas es practicar. Teniendo a tu mascota como protagonista de la sesión, seguro que compartís momentos de lo más divertidos y, ¿quién sabe? os podéis convertir juntos en las próximas estrellas de Instagram.