Seguro que eres de esas personas que le han dejado, aunque sea sólo una vez, subir a su perro al sofá y ahora no puedes evitar que deje de hacerlo. Pues estas de enhorabuena, en el post que os traemos hoy os damos las pautas para poder educar al perro a no subirse al sofá. Eso sí, siempre que se realice con constancia y paciencia.
Pero… ¿Por qué se suben al sofá?
En muchos de los casos el núcleo del problema se encuentra en el inicio de la relación con el perro, ya que cuando el perro es cachorro normalmente se suelen dejar subir al sofá o a la cama y ellos asocian que ese acto está permitido.
En otras ocasiones, el momento que elige el perro para subir al sofá es cuando no estamos en casa. Esto es así debido a que el sofá mantiene nuestro olor y subirse en él le hace estar más cómodo y tranquilo.
Además, otro de los errores que solemos cometer y es por lo que se suben al sofá, es que no les proporcionamos una cama para poder echarse o si la disponen no es lo suficiente cómoda para ellos, por lo que el sofá es el lugar más cómodo de la casa para poder elegir.
¿Cómo lo educo?
Para poder solventar el problema y hacer que el sofá no sea el lugar favorito de nuestro perro para descansar, lo primero que tenemos que tener claro es si queremos que el perro se suba al sofá o no y si queremos que suba alguna vez.
Si queramos que nuestro amigo canino pueda subir alguna vez, pero sólo cuando nosotros se lo ordenemos, hay que realizar una educación muy constante. Para ello, cuando el can ya respete el sofá y haya entendido que no es un juguete, puedes invitarle a subir siempre que estés tú en el sofá. Una vez que te levantes del mismo, debes de ordenarle que se baje y que se vaya a su cama. Si este sistema se repite constantemente, lo conseguirás.
En cambio, si no quieres que se suba nunca al sofá, es imprescindible que todos los miembros de la familia lo comprendan y nunca le dejen subir, ya que si alguno de ellos se lo permite, el perro no entenderá el porqué y subirá las veces que vea conveniente.
Una vez entendido esto es imprescindible seguir las siguientes pautas:
- Cuando veas que el perro está subido al sofá debes acercarte a él y regañarle enseguida, invítale a bajar del sofá, eso sí, siempre sin violencia y de forma contundente dile “NO” o “ABAJO”, así entenderá que subirse al sofá está mal y no permitido. Es muy probable que esto se tenga que repetir en continuas ocasiones, pero si lo realizas con constancia y paciencia, conseguirás tu objetivo y no volverá a subirse al sofá.
- Está demostrado que la educación canina que más funciona es la positiva, por lo que es importante que se premie al can cuando se mantenga en el suelo sin subir al sofá. En algunas ocasiones también funciona premiar al perro cuando obedece y se baja del sofá, pero si el perro está muy encaprichado con el mismo no es recomendable esta opción.
- También podemos cubrir el sofá con sábanas o mantas y rociarlas abundantemente de ambientador, colonia o repelente educador canino, olor que no les gusta a los perros y hará que subirse al sofá se convierta en un momento amargo, por lo que no lo volverán a hacer.
- Otra de las opciones que funcionan muy bien es poner en los bordes del sofá papel de plata o latas, lo que provoca ruido cuando se sube el can. Y como todos sabemos, el ruido asusta al animal y lo más probable es que no vuelva a pisar el lugar.
- Como ya hemos comentado anteriormente, que el animal tenga una cama cómoda es imprescindible, por lo que es recomendable que se disponga de una y que se coloque al lado del sofá para que el animal se encuentre arropado de igual manera que si estuviera encima del mismo.
En muchas ocasiones, aun habiendo realizado estas pautas, lo único que conseguimos es que el perro no se suba al sofá mientras estamos en casa, pero cuando nos vamos, vuelve a ser el rey del sofá, bajándose velozmente del mismo en cuanto oye la puerta pero dejando pruebas como pelos y babas, lo que indica que ha estado habitado por él.
Para ello, podemos cubrir el sofá con elementos que impidan que el animal suba al mismo. Es importante que los mismos no dejen ningún espacio para que se pueda acomodar ni que sean planos para que se suba en él.
Si esto no funciona, la solución más drástica es cerrar la puerta del salón para así poder evitar que se suba al sofá o acudir a un experto.
Educar al perro desde cachorro es la solución más fácil para evitar que se suba al sofá. No obstante, si esto no ha sido posible, seguir estas pautas de forma constante, con paciencia y, sobre todo, sin violencia, permitirá que podamos cumplir con nuestro objetivo.
*Advertencia. El artículo de Rexpetfood.com muestra opiniones y recomendaciones del equipo profesional de Agroveco, no son diagnósticos. Para cada caso o problema particular, os recomendamos que contactéis con un profesional que haga el diagnóstico “in situ”.