Como ya comentábamos en uno de nuestros Post anteriores, el agility es una de las mejores formas para educar a nuestra mascota, además de que nos permite realizar ejercicio físico tanto a nosotros como a nuestra mascota. Y no solo se quedan ahí sus beneficios, gracias a este deporte se crea un estrecho lazo afectivo entre el perro y su dueño, algo fundamental para todos aquellos que tienen una mascota.
Por tanto, el agility puede ser una forma divertida de ponerse en forma y pasar tiempo con nuestras mascotas, aunque la cosa cambia si lo dejamos de hacer por pasatiempo y nos centramos en los concursos. En este último caso, el perro debe tener una buena preparación física y una sobresaliente coordinación con su propietario.
Si lo que queremos es empezar a participar en los concursos de agility, tenemos que tener en cuenta lo siguiente.
Elección del perro
Para poder empezar lo primero que hay que tener es un perro, da igual si es adulto o cachorro. Si tenemos un cachorro, la edad recomendable para iniciarse en esta práctica depende de su desarrollo físico y emocional. Normalmente, lo más habitual es empezar a partir de los 3 meses.
Hay que tener presente que si comenzamos a practicar agility con un cachorro, éste tiene que desarrollarse y crecer, por lo que no podemos obligarle a realizar sobreesfuerzo y tampoco podrá realizar determinados obstáculos, como por ejemplo el eslalon, hasta cumplir el año, ya que el zigzageo puede lesionar su espalda.
Si por el contrario queremos empezar a practicar agility con un perro adulto, tenemos que tener en cuenta que a partir de los 10 años no es aconsejable su práctica por la probabilidad de que aparezcan lesiones.
En cuanto a la raza de perro, ya os explicábamos en el post anterior, que puede disfrutar de este deporte cualquier raza. Sin embargo, hay determinadas razas que están más cualificadas.
Determinar la aptitud del perro
La aptitud del perro frente al agility es importantísima, ya que su carrera dependerá de ello. Un perro que reúna las siguientes aptitudes estará preparado para hacer un buen concurso:
- Autoconfianza: El perro tiene que tener confianza y no ser miedoso ni temeroso.
- Motivación: La motivación es esencial. Sabemos si un perro está motivado si cuando le tiramos la pelota o cualquier objeto le gusta jugar con él.
- Energía: Un perro que se cansa con facilidad y le encanta dormir no es el perro ideal para este deporte.
- Atención: Nuestra mascota nos tiene que prestar atención constantemente. Si conseguimos esto, ya tenemos mucho ganado.
- Estado físico: Esto es fundamental, antes de empezar este deporte tenemos que asegurarnos que nuestra mascota no tiene ninguna enfermedad.
- Buen carácter: Un perro agresivo no puede participar en estos concursos.
Obediencia
Antes de empezar a realizar las primeras clases de agility es imprescindible que el perro ya tenga aprendidas unas nociones básicas de obediencia y responsa a algunas órdenes, como por ejemplo: “quieto”, “ven”, “sígueme”, “sentado”, “échate”; esto nos permitirá tenerlo bajo control mientras le enseñamos las diferentes destrezas y obstáculos. Una vez ya tenga esta base podemos empezar con el entrenamiento.
Entrenamiento
Normalmente, el entrenamiento se suele hacer en centro específicos para ello, siendo lo más recomendable, ya que están especializados sobre el tema y saben cómo adiestrar al animal. No obstante, si no quieres gastarte el dinero en clases, en casa también puedes entrenar a tu mascota, no hay que olvidar que hay tiendas de animales que venden los elementos esenciales para el agility, los cuales puedes comprar para ponerlos en tu jardín y entrenarlo ahí.
Para que el aprendizaje sea favorable es esencial crear el vínculo con el perro, fundamentalmente haciendo que el entrenamiento sea divertido. Para ello, es muy recomendable que se invierta tiempo en juegos de buscar y recoger o correr en el parque y mientras tanto trabajar con las comandas “arriba”, “abajo”, “derecha”, “izquierda”, “despacio” y “rápido”. Una vez que nuestro perro sepa responder a estas indicaciones, ya podemos adentrarnos con los obstáculos. Los obstáculos con los que se debe empezar son: bordear el cono, saltos sin altura, túneles, pasarela y empalizada. Una vez que conseguimos que se familiarice con estos obstáculos, se le añadirán nuevas alturas y obstáculos gradualmente.
Los collares de ahogo y los castigos físicos no deben usarse nunca ya que dañan el proceso de aprendizaje. Los entrenadores utilizan en su mayoría técnicas de recompensa con comida y juguetes para que así el perro disfrute con el entrenamiento.
Nunca hay que olvidar que el agility es diversión y deporte en equipo en el estáis tu perro y tú. Para poder llegar a participar en el concurso de agility se necesita un proceso duro de entrenamiento, en el que es necesario estimular a animal y mucho esfuerzo y paciencia. Si te ves con ganas, ¡adelante!, tu mascota se divertirá y lo pasaréis bien juntos.
*Advertencia. El artículo de Rexpetfood.com muestra opiniones y recomendaciones del equipo profesional de Agroveco, no son diagnósticos. Para cada caso o problema particular, os recomendamos que contactéis con un profesional que haga el diagnóstico “in situ”.