El parecido entre los humanos y los animales, en concreto los perros, en algunas ocasiones es más que una simple teoría. Hay enfermedades que son muy comunes en los humanos, como es la diabetes, que también están presentes en la salud de nuestro perro.
Estudios señalan que la diabetes es una enfermedad común en los canes, diciendo las estadísticas que al menos uno de cada 200 perros va a padecerla a lo largo de su vida.
No obstante, no debemos preocuparnos más de lo debido ya que gracias a los avances veterinarios los perros que sufren esta enfermedad tienen una vida igual de saludable que cualquier otro perro.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes es un tipo de enfermedad bastante compleja y que es causada o por la falta de insulina o por la incapacidad del cuerpo a utilizar esta hormona.
En los seres humanos suelen darse los dos tipos, pero en canes lo más habitual es que sea por la falta de producción de insulina.
Esta enfermedad la puede sufrir cualquier perro, pero sí que es cierto que los más afectados son aquellos de mediana o avanzada edad, las hembras sin esterilizar y en cuanto a las razas predispuesta a desarrollarla, son los Caniches, Pinschers, Schauzer y Beagle, entre otros.
Síntomas de la diabetes canina
La diabetes es una enfermedad que no suele detectarse a simple vista y lo más común es que se detecte a través de un análisis de sangre. No obstante, hay algunos pequeños cambios que puede sufrir el perro y que podamos observar como:
- Cambio en el apetito
- Exceso y aumento de la ingesta de agua
- Pérdida de peso, aun comiendo más
- Aumento en las ganas de orinar
- Aliento con olor dulce
- Letargo
- Deshidratación
- Infección del tracto urinario
- Vómitos o diarreas
- Aparición de Cataratas o Ceguera
- Infección crónica en la piel
- Crisis convulsivas.
Estos son alguno de los síntomas que puede padecer el can si sufre diabetes, aunque se recomienda siempre llevar al perro a una clínica veterinaria si vemos que puede estar enfermo o ha cambiado algún hábito.
¿Cómo hay que tratar la diabetes?
Lo primero que debemos tener claro es que si nuestro perro es diagnosticado con diabetes. Eso significa que va a tener que se tratado durante toda su vida. También hay que tener en cuenta que el tratamiento será diferente en cada caso, ya que todos los perros no responden igual a la medicación y tampoco es lo mismo si el perro llega a la clínica en un estado muy grave o no.
Normalmente, si el animal llega muy grave necesitará atención veterinaria durante varios días. En cambio, si por el contrario el perro llega medianamente bien, que es la mayoría de los casos, bastará con inyectarle insulina para regular adecuadamente la glucosa en sangre.
La dosis de insulina que se le debe suministrar al perro dependerá de su peso corporal y sus necesidades individuales. En algunos casos podrán ser una vez al día y en otras pueden llegar a necesitar dos inyecciones diarias.
Cuando nuestro perro ya está en casa deberemos estar continuamente atentos a los signos de exceso de hambre, sed excesiva y orina excesiva, ya que estos aspectos pueden ser síntomas de que el nivel de glucosa en sangre no es correcto. Por ello es fundamental llevar un control.
Para poder llevar una vida más sana y poder controlar esta enfermedad, es fundamental llevar una dieta correcta. Normalmente se suele recomendar una dieta baja en grasas y rica en fibra, ya que esta última ayuda a retrasar la entrada de la glucosa en la sangre
El ejercicio también es un factor fundamental. Éste debe ser constante y una vez al día para que sea beneficioso para nuestra mascota, ya que el ejercicio reduce los niveles de glucosa en sangre.
*Advertencia. El artículo de Rexpetfood.com muestra opiniones y recomendaciones del equipo profesional de Agroveco, no son diagnósticos. Para cada caso o problema particular, os recomendamos que contactéis con un profesional que haga el diagnóstico “in situ”.