Si adoptamos a un gato, debemos saber que estos animales son totalmente independientes, algo que puede dificultar bastante la educación del mismo. No obstante, educar a nuestro gato es fundamental para poder tener una convivencia tranquila y equilibrada y sobre todo para tener una mascota educada y feliz.
Los gatos, aunque sean muy independientes, también son muy inteligentes y cuanto antes nos pongamos manos a la obra en su educación, mejor. Hay que empezar ya desde que son cachorros y tener constancia y paciencia, ya que su educación es complicada, ¡pero no imposible!
A continuación os mostramos algunos consejos que se deben seguir para conseguir una educación canina de forma sencilla.
Llegada del gato a la familia
Una vez que la nueva mascota entra en nuestro hogar, lo primero que debemos hacer es aportarle mucho cariño y caricias para que así enseguida nos coja confianza y por tanto se muestre receptiva a la hora de aprender.
Posteriormente tendremos que mostrarle donde se encuentran ubicados todos sus objetos como la cama, el comedero y el arenero, entre otros.
Cuando el animal se vea confiado y adaptado al nuevo hogar, será el momento de empezar a enseñarle.
¿Qué es lo que queremos enseñar?
Incorporar un gato como nuevo miembro de la familia no siempre quiere decir tenga que ser desde cachorro, por lo que debemos tener presente que es lo que queremos o tenemos que enseñarle al animal.
Por ejemplo, si el gato es cachorro, lo que primero hay que enseñarle es a utilizar el arenero, donde va hacer sus necesidades. Para ello, primero tenemos que colocarlo en un sitio tranquilo y separado de donde tenga su comedero y bebedero, ya que los animales son muy limpios y no hacen sus necesidades donde comen.
A continuación, colocaremos al gato encima del arenero, especialmente después de comer, dormir o jugar, ya que es el momento en el que suelen hacer sus necesidades. Cuando consigamos que haga sus necesidades en el arenero, tenemos que premiarle con comida. Eso sí, nunca debemos regañarle cuando se haga fuera de él.
En cambio, si tenemos un gato ya adulto, la educación que debemos trasmitirle dista mucho de las necesidades básicas, ya que suelen ser costumbres que queremos quitar, como por ejemplo que arañe los muebles. Pues bien, para quitarles esta manía, algo que funciona muy bien es utilizar un olor cítrico y mentol, es decir, colocar aceites cítricos o de mentol en los muebles hará que los gatos no se acerquen ya que odian ese olor. También, otro método que suele funcionar es llenar un rociador con agua limpia y cada vez que se acerque al mueble a arañarlo, rociarlo. A los gatos no les gusta que les rocíen con agua, por lo que enseguida asociara este hecho con arañar los muebles.
Refuerzo positivo
Está probado que tanto para la educación de perros como de gatos, el refuerzo positivo es una práctica que funciona muy bien. Este método de educación consiste en premiar con comida, palabras amables o caricias el comportamiento deseado.
Si tu gato para llamar tu atención realiza un comportamiento no deseado, debes obviarle y premiarle cuando deje de hacerlo y realice el comportamiento deseado. Por tanto, siempre hay que intentar no castigarle.
Una vez le hemos enseñado las conductas básicas, podemos enseñarles trucos, como por ejemplo el «siéntate» o «dar la voltereta», entre otros, siguiendo el mismo método o utilizando otro parecido como el clicker.
El método clicker consiste en pulsar un aparato que emite un sonido, el cual se asocia a un premio. Este sonido tiene que oírse cuando el animal realiza una conducta deseada.
Debemos tener presente que los animales se cansan enseguida, por lo que las sesiones de aprendizaje no tienen que ser muy largas.
Inexistencia de castigos
Si nuestro gato no se porta como nosotros deseamos, es fundamental que para corregir esa conducta no se castigue y mucho menos se pegue al animal. Cuando pillemos a nuestro gato saltando encima de la mesa o mordiendo, debemos decirle tajantemente “No” u otra palabra que pueda asociar con que lo que está haciendo está mal.
Esto es así debido a que si le castigamos podemos hacer que se desarrolle en el gato una desconfianza hacia nosotros e incluso podemos hacer que se defienda atacándonos.
Mantener las mismas reacciones
Es muy importante que las personas que convivan con el gato se involucren y tengan las mismas reacciones. Por ello, es preciso que todos en todo momento utilicen la misma palabra, como “No”, para desaprobar un comportamiento o que utilicen el mismo método para educarle.
Con todos estos consejos, estamos seguros de que la educación de vuestro gato.
*Advertencia. El artículo de Rexpetfood.com muestra opiniones y recomendaciones del equipo profesional de Agroveco, no son diagnósticos. Para cada caso o problema particular, os recomendamos que contactéis con un profesional que haga el diagnóstico “in situ”.