Cuando nuestro perro se pone enfermo, nuestra preocupación no solo está en que se recupere lo antes posible sino en cómo le vamos a dar la medicación que nos ha recetado el veterinario.
Hay perros que no necesitan de mucho trabajo para que se traguen cualquier tipo de pastilla, pero hay otros que hacen de esta tarea un imposible, lo que hace desquiciar a sus dueños.
En el post que os traemos hoy os vamos a explicar cómo podemos darle la pastilla a nuestro perro y que se la coma de forma sencilla y rápida.
Hacer que se coma directamente la pastilla
Hay algunos perros que basta con que le ofrezcas la pastilla en sí para que se la coma, como si de una golosina se tratase, independientemente del sabor amargo que puede desprender en su boca.
Suelen ser perros que se comen todo lo que pillan y prácticamente ni mastican lo que se meten a la boca.
No obstante, esta es la excepción, normalmente los perros suelen escupir la pastilla una vez que se la introducen en su boca.
Envolverla en comida
Uno de los métodos que más funcionan es incorporar la pastilla en algún tipo de alimento que le sea muy sabroso, especialmente en comida que le guste mucho.
También es importante añadir que tiene que ser comida que pueda envolver la pastilla, camuflando totalmente a la misma y su sabor para así engañar al perro. El alimento que funciona muy bien son las salchichas. Se corta un trozo de una y se hace un agujero en medio para introducir la pastilla.
Debemos recordar que aunque queramos que se coma la pastilla, no debemos suministrarle cualquier alimento, sino solamente alimentos saludables, tales como carne, queso o yogur. Nunca caramelos, chocolate o patatas fritas, entre otras.
Este método también funciona muy bien con los perros tragones que prácticamente no mastican y se comen directamente la comida sin pensar y sin masticar.
Camuflarla en la comida
Otro de los métodos más comunes es camuflarla en su propia comida diaria. Para ello se deberá machacar la pastilla. Hay que tener presente que no todas pastillas se pueden machacar, unas porque no son pastillas duras y otras porque machacadas tienen mucho sabor amargo o porque se pierde su eficacia. Para salir de dudas siempre debemos preguntarle a nuestro veterinario.
Una vez que tenemos la pastilla machacada, debemos mezclarla con su comida o con arroz. Debe ser comida muy sabrosa y con mucho sabor para que camufle el sabor de la pastilla.
Es recomendable que no se haga la mezcla con pienso seco ya que es necesario que sea un poco húmedo para que se pegue la pastilla.
También tenemos que tener presente que no se debe proporcionar mucha comida, ya que si le ponemos mucha cantidad es probable que no se coma toda y por tanto que no se coma toda la medicación que necesita.
A través del juego
Si vemos que los métodos anteriores son imposibles con nuestro perro porque aun así escupe la pastilla o se deja los trozos de la misma, podemos intentarlo a través del juego de las golosinas.
Debemos coger un montón de las golosinas, que suele tomar y que tanto le gustan, e ir lanzándolas al aire una a una para que las cace y se las trague. El truco está en que una de las golosinas que la vamos a lanzar será la pastilla, pero como estará inmerso en el juego y ya habrá comido varias golosinas pensará que es otra más y se la tomará sin ningún problema.
Hacer que le apetezca
Normalmente los perros suelen pedirnos siempre de la comida que nosotros tomamos, por lo tanto esto puede ayudarnos para hacer que se tome la pastilla. Para ello debemos coger algo de comida nuestra que le encante al perro. Le llamaremos la atención para que se fije que estamos comiendo eso que tanto le gusta y haremos que se nos cae un trozo al suelo para que se lo coma inmediatamente. Repetiremos lo mismo con la pastilla.
Introducir la pastilla en la boca del perro
Si vemos que ninguna de las opciones anteriores funciona, debemos pasar a realizar este último método que es más complicado y que puede ser más brusco para el animal. Siempre a la hora de realizarlo debemos ser tenaces, estar tranquilos y nunca muy tensos.
Este método consiste en ponerle directamente la pastilla en la boca al perro para que se la trague inmediatamente. Es además el método más efectivo, pues nos cercioramos de que se toma la pastilla al 100%.
Para ello debemos incorporar la cabeza hacia arriba y abrirle la mandíbula con una mano por la parte posterior de la boca y con la otra debemos abrir la parte inferior de la mandíbula y doblar sus labios sobre sus dientes para así evitar que nos muerda. A continuación, debemos meterle la pastilla en la boca lo más al fondo que podamos, porque si no con un mínimo movimiento de lengua la puede escupir. Después debemos mantenerle la boca cerrada hasta que se la trague, no os preocupéis que no se ahoga. Para facilitar que trague podemos acariciarle en la garganta.
Por último, es muy importante que cuando ya se haya tragado la pastilla le recompensemos con una rica golosina.
Otros tipos de medicamentos que no son pastillas
Hay multitud de medicamentos que no tienen porqué darse en pastillas y que también pueden ser de difícil administración, como las gotas.
En el caso que debamos administrar gotas de ingesta oral debemos hacerlo con una jeringuilla, obviamente sin aguja. Para administrársela debemos incorporarle la cabeza hacia arriba introduciendo la jeringuilla por un costado donde ya no tienen los dientes y vaciársela en la boca.
Por otro lado, si debemos suministrarle las gotas en los ojos, es necesario ir a un lugar donde podemos controlar fácilmente al animal y si es de tamaño pequeño es recomendable cogerlo en brazos. Sujetaremos con una mano su frente y abriremos el parpado superior y con la otra el inferior y así le echaremos las gotas. Para suministrar las gotas en el ojo es recomendable que se haga con dos personas.
Si en cambio las gotas son para los oídos, debemos acostar al animal que esté tranquilo y a la vez que le das caricias le debemos echar las gotas.
*Advertencia. El artículo de Rexpetfood.com muestra opiniones y recomendaciones del equipo profesional de Agroveco, no son diagnósticos. Para cada caso o problema particular, os recomendamos que contactéis con un profesional que haga el diagnóstico “in situ”.